domingo, 7 de febrero de 2016

TEMA 10. PRINCIPALES NOVELISTAS EUROPEOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

- CONTEXTO HISTÓRICO-LITERARIO:

Aunque cronológicamente coincide en parte con el Romanticismo (en 1856 se publica Madame Bovary de Flaubert, y en 1862 Los miserables de Victor Hugo), el Realismo se opone a esta corriente y al Clasicismo: los escritores no se proponen imitar las obras grecolatinas, sino los originales de la naturaleza, sin  necesidad de exaltar las emociones, ni de situar las acciones en lugares o tiempos remotos. 

A mediados del siglo XIX predominan ya en los medios artísticos europeos los rasgos estéticos del Realismo, movimiento que nace influido por el positivismo filosófico. Para el positivismo no existe más realidad que los hechos perceptibles por los sentidos, cuyo estudio empírico requiere dos principios básicos formulados por Auguste Comte en su "Sistema de filosofia positiva" (1850): la observación rigurosa de la realidad y la experimentación; el método experimental (observación-hipótesis-experimentación) lo expuso el fisiólogo francés Claude Bernard. También tiene una enorme importancia el evolucionismo, propuesto por el naturalista inglés Charles Darwin (El origen de las especies, El origen del hombre); en 1866, el botánico austriaco Gregor Mendel había descubierto las leyes de la herencia biológica. Durante la segunda mitad del siglo XIX alcanza también una gran influencia el marxismo (El capital de Karl Marx, que propugna la abolicion de la sociedad burguesa y la urgencia de implantar el socialismo).

La repercusión de todas estas ideas en el arte es decisiva, como se puede comprobar a través de las siguientes características generales de la literatura realista:

a)      Observación y descripción precisa de la realidad.
b)      Ubicación próxima de los hechos.
c)      Frecuente propósito de crítica social y política.
d)      Análisis psicológico de los personajes
e)      Estilo sencillo y sobrio. 
f)       El periódico como canal de difusión.
g)      El narrador omnisciente.
h)      El estilo indirecto libre.
i)       Predilección por la novela

Se conoce como Naturalismo la corriente literaria que, como evolución del Realismo, se desarrolla durante el último tercio del siglo XIX en Francia. Tuvo como principal impulsor a Émile Zola (Germinal), quien, tras la estela del positivismo de Compte, de los principios deterministas de Taine y de las teorias de Darwin, pretende que la literatura se convierta en una ciencia cuyo objeto de estudio sea el medio social. El escritor debe analizar el comportamiento humano siguiendo los principios científicos de la observación y la experimentación:, esto es, ha de experimentar con sus personajes para mostrar cómo se modifican sus reacciones según cambian las circunstancias de su ambiente social (frecuentemente sórdido y miserable) y atendiendo siempre a su particular condición biológica heredada; el novelista trata de recoger las miserias humanas y los instintos  más primarios para ofrecernos la tragedia de unos seres que, a no ser que consigan salir por sus propios medios de las circunstancias que los oprimen, acabarán destruidos. El pretendido objetivismo naturalista se convierte a menudo en literatura de tesis: los autores observaban con desencanto los acontecimientos históricos de su tiempo y denunciaban una sociedad corrompida, atacando a menudo instituciones tradicionales como el ejército o la Iglesia. Desde el punto de vista técnico, se extreman los rasgos del Realismo: descripciones minuciosas, reproducción fiel del lenguaje hablado… y se propugna el ideal del narrador impersonal y objetivo. 


1. EL REALISMO INGLÉS 

1. CHARLES DICKENS: Dickens (1812-1865) nació en Portsmounth, en el seno de una familia modesta. A causa de las dificultades financieras (su padre fue encarcelado por deudas), tuvo que abandonar los estudios, pero llegó a ser inmensamente popular en su tiempo y en su país. Sus obras tuvieron una gran difusión internacional y hoy es considerado uno de los clásicos de la literatura inglesa. A él se le debe la creación en Inglaterra de una novela inserta en su sociedad. Maestro indiscutible en el arte de la novela por entregas, gracias a él la novela se convirtió en Inglaterra en un género de masas.
Su primera novela, Los papeles póstumos del Club Pickwick (1837) surgió de los textos que escribió para las ilustraciones que aparecían en un periódico, a manera de historieta por entregas. Surge como una parodia de la novela inglesa de viajes. Se hace un retrato humorístico de diferentes personajes envueltos en intrigas económicas y amorosas. Dickens obtuvo con esta novela tanta popularidad precisamente por el sistema en que había sido concebida: las entregas.
Después emprendió Dickens la novela social de carácter filantrópico. El cine se ha encargado de popularizar estas obras, muchas de las cuales han tenido diversas versiones. En Oliver Twist (1839) nos relata la historia de un niño envuelto en el mundo del hampa de los barrios bajos londinenses y la deshumanización de los débiles, que a menudo deben transformarse en monstruos para sobrevivir y aplican como pueden normas de avaricia y ferocidad que contribuyen a lograr los triunfos sociales. Así, Oliver es capturado por una banda para que robe para ellos.
También de protagonista infantil es David Copperfield (1850), que contiene elementos biográficos, ya que Dickens tuvo que trabajar a los doce años como aprendiz en una fábrica de betún.
Tiempos difíciles hace un cuadro sombrío de la vida en una imaginaria ciudad industrial inglesa a mediados del siglo XIX. Es una ciudad de máquinas, altas chimeneas y columnas de humo, de obreros sometidos a largas y monótonas jornadas de trabajo. Uno de los argumentos de la trama es el contraste entre el egoísmo, la arrogancia y la zafiedad de un empresario, el deplorable señor Bounderby, y la honestidad de un obrero, el sufrido Stephen Blackpool. El mensaje de Dickens es que una sociedad que sólo tiene en cuenta aquello que se puede reducir a cifras (una educación basada en la pura transmisión de datos, que descuida por completo los sentimientos) va hacia la catástrofe moral.
Hay que destacar que un rasgo característico de Dickens es la idealización, la ternura y el sentimentalismo lleno de bondad al que somete sus historias. Este sentimentalismo contrasta con la dureza de las situaciones que presenta, de forma que se puede concebir como una manera amable de denunciar la desigualdad social y la pobreza.

Oliver Twist, de Polanski: 
 http://www.youtube.com/watch?v=ZLOAaeLdVCo


2. LAS HERMANAS BRONTË: Las hermanas Brontë constituyen una importante saga literaria: Emily, Charlotte y Anne. Eran hijas de un pastor anglicano que les impuso una rígida disciplina. Pasaron prácticamente toda su infancia en Haworth. 
Las tres tuvieron tendencia a la imaginación y a la ensoñación, difícil de compaginar con la vida real. Emily y Anne, por ejemplo, se inventaron un país imaginario llamado Gondal.
La obra más importante de Emily es Cumbres borrascosas, por la densidad de su escritura, el rigor de construcción y un romanticismo muy personal influido por el de Alemania.
Charlotte publicó Jane Eyre. La obra se considera parcialmente autobiográfica. Jane Eyre es, de alguna forma, una antiheroína: no es bella ni rica, pero posee una inteligencia con la que podrá sobrevivir en una sociedad conformista y despiadada. En este sentido, la obra también se puede alinear entre las primeras novelas feministas. 


3. HENRY JAMES: Nació en Nueva York y pasó su juventud entre Europa y EEUU, estudiando en Ginebra, Londres, París, Bonn y Harvard. En 1915, como forma de protesta contra la neutralidad americana a principios de la Primera Guerra Mundial, pidió y obtuvo la nacionalidad británica. 
Comienza siendo un escritor realista, pero a lo largo de su carrera se interesó por diversos movimientos literarios. Respecto a su estilo, se caracteriza por el uso de oraciones largas y barrocas y por el uso abundante de descripciones. Sus obra más importante es Otra vuelta de tuerca 



2. EL REALISMO FRANCÉS

2.1. DEL ROMANTICISMO AL REALISMO


2.1.1. STENDHAL: Henry Beyle (1783-1842), más conocido por su seudónimo, Stendhal, escribió libros sobre pintura, sobre viajes y biografías, en los que el impulso vital romántico es todavía dominante. Está considerado como un precursor del Realismo. Hacia el final de su vida escribió las novelas que le dieron fama, donde el sentimentalismo -aún presente en ocasiones- se difumina por el afán de reflejar, como en un espejo, la vida y la sociedad. De hecho, se le considera uno de los novelistas fundamentales del siglo XIX por el realismo y la penetración psicológica que muestra en sus personajes, así como por la novedad que supone la narración directa y objetiva. Gracias al uso de la 1ª persona y del monólogo, el lector sigue los movimientos del pensamiento y de los sentimientos de los personajes, sus dudas y su visión del mundo. Asi pues, el narrador desaparece y no surge la sensación de que conduce o controla la narración.
El amor, emoción que analiza en su ensayo Sobre el amor, constituye un tema fundamental en la trama de muchas de sus novelas, entre las que merecen especial mención:
  • El rojo y el negro (1830): narra el fallido intento de ascenso social y de conquista de la propia felicidad por parte de un personaje de clase humilde, sin más medios que su ambición. El protagonista, Julián Sorel, se convierte en un símbolo del rebelde inconformista que emplea todos los recursos para huir de su estatus social. Stendhal, con una actitud neutral y un estilo sobrio, traza una radiografía de la hipócrita sociedad burguesa de su época. 
  • La cartuja de Parma (1839), ambientada en Italia, trata sobre las vicisitudes de un joven aristócrata que, repudiado por su familia, emprende una carrera entre eclesiástica y política, en la que triunfará a costa de numerosas intrigas y de sacrificar su gran amor.
TEXTO: ROJO Y NEGRO
[Pronto el protagonista muestra sus ideas y su forma de ver el mundo. Es impulsivo, apasionado y rebelde, no está dispuesto a ocupar un lugar social diferente al que él considera propio de su valía. Ansía ascender de clase social a través de su talento y de su educación. Por ello admira enormemente la figura de Napoleón. Opta por el sacerdocio como forma de medrar socialmente. Además, pronto muestra inclinación hacia las mujeres]:

    De repente, Julián dejó de hablar de Napoleón; anunció su proyecto de hacerse sacerdote, y se le veía siempre en la serrería de su padre ocupado en aprenderse de memoria una Biblia en latín que el cura le había prestado.
   Este buen anciano, maravillado con sus progresos, pasaba veladas enteras enseñándole teología. Delante de él, Julián solo dejaba traslucir sentimientos piadosos. ¿Quién hubiera podido adivinar que aquel semblante de niña, tan pálido y tan dulce, ocultaba la resolución irrevocable de exponerse a mil muertes antes que resignarse a no hacer fortuna?
    Y para Julián, hacer fortuna significaba ante todo salir de Verrières. Aborrecía su patria. Todo lo que allí veía le helaba la imaginación.
   Desde su primera infancia había tenido momentos de exaltación. Y por entonces se deleitaba pensando que algún día sería presentado a las mujeres más bellas de París; ya sabría despertar él su interés por medio de alguna acción de mérito. ¿Y por qué no habría de amarle alguna de ellas, como sucediera a Bonaparte, pobre aún, con la brillante Josefina de Beauharnais? Durante muchos años no pasaba una hora sin que Julián no se repitiera que Bonaparte, teniente vulgar y sin fortuna, se había adueñado del mundo con su espada.


2.1.2. HONORÉ DE BALZAC (1799-1850) es un escritor romántico en la forma y en el estilo, sobre todo en sus primeras obras, que son folletines históricos y fantásticos. Pero su gran poder de observación y su capacidad de descripción lo convirtieron en uno de los creadores de la novela realista. Nacido en el seno de una familia burguesa, conocía bien esta clase social, cuyo ascenso se retrata en varias de sus novelas.
Balzac fue un escritor prolífico. Publicó más de cincuenta novelas, veinticuatro de las cuales se sitúan en un gran conjunto que él mismo tituló, a partir de 1842, La comedia humana. Este conjunto está formado por tres grandes bloques: estudios de costumbres (historia general de la sociedad), estudios filosóficos y estudios analíticos. De esta forma, se ve claramente que Balzac tenía la ambición de componer un cuadro general de su época, que mostrara las tipologías de sus contemporáneos y los caracteres fundamentales de la sociedad en que vivía; pretende describir exhaustivamente la sociedad francesa: sus clases, sus intereses, sus preocupaciones, sus tipos humanos...  Balzac intenta reflejar la mayor cantidad posible de escenarios y ambientes sociales, por lo que algunas novelas se agrupan por temas: hay novelas de vida privada; otras son de ambientación parisiense; también hay novelas que se desarrollan en provincias, o que reflejan la vida campestre.
La técnica de Balzac queda definitivamente fijada en 1833 con la aparición de Eugenia Grandet. La novela, que narra la historia de un avaro que hace creer a su familia y a la gente de su pueblo que es rico, para poder casar a su hija, y la posterior relación de esta con su primo, es un análisis detallado de un medio y de una pasión, con una minuciosa descripción de decorados, personajes y caracteres.
Con Papá Goriot (1834), la técnica de Balzac introduce un nuevo elemento: la aparición sistemática de ciertos personajes de una novela a otra, aspecto que fortalece la cohesión del conjunto de La comedia humana.
El propio Balzac considera que con sus novelas creó de dos a tres mil figuras destacadas de su época. En la elaboración de estos caracteres, Balzac encarna en los personajes determinados elementos de carácter (la avaricia, la ingenuidad, la generosidad, el deseo, etc.). Un mismo rasgo de carácter se puede renovar a través de diferentes personajes que lo encarnan de distinta forma, según su medio, su historia personal, su contexto dramático... De esta manera, Balzac realiza una crítica severa de la sociedad, que percibe fundamentada esencialmente sobre la desigualdad y la búsqueda de la liberación de las pasiones: amor, riqueza y poder. Los héroes de Balzac son observadorres críticos y rebeldes, pero impotentes, que contemplan la corrupción moral y judicial en la que se encuentran (o incluso participan de ella).
TEXTO: PAPÁ GORIOT
                                               
[Anastasia y Delfina, hijas de Goriot, son una viva muestra de ingratitud hacia su padre. Han conseguido de él una elevada dote y se han casado con hombres de clase alta, pero no tienen ningún amor hacia su padre, quien tanto se ha esforzado por ellas, lo cual entristece mucho a Rastignac]:

¿Quién es? –dijeron las dos mujeres.
–Un viejo que vive por dos luises al mes, en el fondo del Faubourg Saint-Marceau, como yo, pobre estudiante. Un verdadero desgraciado, de quien todos se ríen y al que llamamos el tío Goriot.
–Pero ¡qué criatura es usted! –exclamó la vizcondesa–. La señora de Restaud es una de las hijas de Goriot. […]
–¡Ah! Es su padre –prosiguió el estudiante, con un gesto de horror.
–Pues claro que sí. El buen hombre tenía dos hijas, a las que quería con locura, aunque la una y la otra hayan poco menos que renegado de él.
–La segunda, ¿no se casó –dijo la vizcondesa mirando a la señora de Langeais– con un banquero de nombre alemán, un barón de Nucingen? ¿No se llama Delfina? ¿No es rubia, tiene un palco lateral en la Ópera, asiste también a los Bouffons y se ríe muy alto para hacerse notar? […]
–Han renegado de su padre –repitió Eugenio.
–Pues sí, de su padre –dijo la vizcondesa–; un buen padre que les ha dado quinientos o seiscientos mil francos a cada una, para hacerlas felices casándolas bien, y que no se había reservado para él más que ocho o diez mil libras, creyendo que sus hijas seguirían siéndolo, y que habría creado en ellas dos casas, donde sería adorado, mimado. En dos años, sus yernos lo han barrido de su sociedad, como al último de los miserables…
Unas lágrimas rodaron de los ojos de Eugenio, recién refrescado por las puras y santas emociones de la familia, aún bajo el encanto de las creencias jóvenes, y que no estaba sino en su primera jornada sobre el campo de batalla de la civilización parisina.


2.1.3. GUSTAVE FLAUBERT (1821-1880). El Realismo llega a su cumbre con este autor, uno de los más grandes novelistas de todos los tiempos. Escribió solo un pequeño número de obras, minuciosamente elaboradas durante años. A lo largo de su vida su correspondencia aparece salpicada de textos donde expresa, como también dirán los parnasianos, que el arte es divino, el arte es el refugio, el consuelo y la salvación. Desde 1851, la existencia de Flaubert es la historia de un inmenso trabajo solitario.
Entre 1851 y 1856 escribió Madame Bovary, publicada por entregas en La revue de Paris, y en 1857 en volumen. La novela atrajo la atención de la crítica y obtuvo, gracias también al escándalo del proceso judicial al que se vio sometida, un importante éxito de público. La originalidad del libro residía en su antirromanticismo, tanto ideológico (el desengaño de los ideales de la protagonista) como formal (la adopción de un método de trabajo escrupulosamente documental y de un estilo estrictamente objetivo). La novela se centra en la figura de una mujer inquieta, insatisfecha, que no renuncia a sus sueños. Es la encarnación de cierto rechazo a la mediocridad y símbolo de una incurable frustración sentimental y social. Los personajes de la localidad provinciana en donde vivie Emma forman una humanidad apagada y resignada que se acomoda a lo que tiene e impone la conformidad a todos. El drama surge porque Emma es diferente y no se resigna, pero carece de la energía para imponer sus ideas. La novela convierte en materia central el reino de la mediocridad, el universo gris del hombre sin cualidades. El héroe romántico ha desaparecido y la novela gira en torno al antihéroe; los temas plebeyos, lo vulgar y lo pobre pasan a formar parte de la novela. Madame Bovary es un mundo de seres cuyas existencias se componen de pequeñeces, de hipocresías y sueños menores.
Por otra parte, para volver bello lo que hasta entonces parecía por antonomasia un tema antiartístico, Flaubert se valió del cuidado obsesivo de la forma, del dominio del lenguaje. Trató de dar vida, mediante un arte depurado y exquisito, a lo mediocre y lo normal, a los temas cotidianos y, sustituir los personajes excepcionales por hombres corrientes. En cuanto a la técnica narrativa, destaca la importancia que tiene el estilo indirecto libre como punto de partida para la revolución de las técnicas narrativas tradicionales. Flaubert se ha valido en Madame Bovary de la descripción objetiva para hacer invisible o disimular la presencia del narrador omnisciente y así dar autonomía a lo narrado.
Antes ya había escrito y publicado La tentación de San Antonio (1849). En 1862 Flaubert publica Salambó, novela histórica que evoca la antigua Cartago. El libro pasó inadvertido y el autor volvíó a la novela de costumbres contemporáneas reescribiendo su primera novela, La educación sentimental, trabajo que le ocupó en los años 1863-69. La obra viene a ser una Madame Bovary en versión masculina, con un protagonista que sueña con la gloria y con la dicha, pero que desperdicia su vida en situaciones mediocres.

  • SERIE DE LA BBC: http://www.youtube.com/watch?v=2SVeqX8916Q 
    PELÍCULA (1949): http://www.youtube.com/watch?v=lsvPqPBJqu8&feature=related


   
2.2. EL NATURALISMO DE ZOLA
                                  
Émile Zola (1840-1902) es el iniciador del Naturalismo. Siguiendo el ejemplo de Balzac, escribió una serie de veinte novelas, Los Rougon-Macquart, historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio, centrada en las distintas ramas de una familia. En la serie se mueven aproximadamente doscientos personajes, de los cuales treinta y dos son los componenetes de cinco generaciones de la misma familia; son a estos a quienes Zola sigue sus huellas en el periodo histórico que va de 1848 a 1871, estudia su personalidad, su transfondo hereditario, las circunstancias y el medio ambiente. Zola trata de demostrar el peso de la herencia en la conducta humana. En ellas, los personajes están determinados por su herencia biológica, por el ambiente social y por el momento histórico, sin que el individuo pueda hacer nada contra las condiciones que lo determinan.
Sus novelas suelen centrarse en un aspecto concreto. Así, La taberna tiene como tema el desastroso efecto que ejerce el alcohol en las clases trabajadoras; Naná trata sobre la prostitución como vía de escape de las mujeres más desfavorecidas; y Germinal desarrolla las luchas y protestas sociales de la emergente clase proletaria.
Zola fue muy criticado por las fuerzas conservadoras y burguesas por su apología de las clases bajas. A su vez, también recibió ataques desde el ámbito progresista, que le reprochaba su determinismo social y su visión fatalista de la condición obrera. Más allá de su obra literaria, Émile Zola tomó parte en causas sociales reales, mediante una militancia activa a favor de los obreros explotados por el capitalismo y las clases poderosas. Es conocida su participación en el caso Dreyfus, un oficial judío acusado de traición que Zola defendió en su célebre articulo Yo acuso. Este artículo en defensa de la verdad y la justicia le valíó una condena que le obligó a refugiarse en Inglaterra hasta 1900.


3. EL REALISMO RUSO

La literatura rusa de la segunta mitad del siglo XIX es realista y muestra, como en el resto de Europa, una gran predilección por la novela. A menudo refleja las causas de las desgracias sociales y penetra en el mundo de unas clases nuevas y de personas que se encuentran en una situación totalmente diferente y perturbadora. La novela rusa se puede definir por las siguientes características:
a) Insiste a menudo en la descripción de los paisajes naturales, las vestimentas y los rasgos físicos de los personajes, lo que provoca un ritmo lento en la narración.
b) El argumento resulta a veces anecdótico, como la acción, que avanza lentamente.
c) Presenta un fuerte sentimiento de piedad y compasión hacia los miserables. 
d) Además del elemento realista, los escritores rusos intentan buscar en sus obras el significado profundo de la vida, con una gran carga de preocupación moral y filosófica, hecho que les confiere una especial densidad.
   
3.1. NIKOLAI GOGOL (1809-1852) es el iniciador del realismo ruso en sus primeros relatos, en los que aún perviven elementos románticos, como el exotismo en Taras Bulba, o lo fantástico en El retrato, El abrigo y La nariz. Sus relatos frecuentemente tienen intención satírica y presentan la realidad de forma grotesca y deformada, pero también recogen aspectos costumbristas de la sociedad rusa, como en La perspectiva Nevski.
Gogol es también dramaturgo. Su obra teatral El inspector, una de las más importantes del teatro ruso, es una comedia de engaños en la que denuncia la corrupta burocracia zarista. Fue un éxito para un público que entendió la sátira en clave de humor, y al mismo tiempo provocó un escándalo.
Su novela más famosa es Almas muertas, que quedó inacabada porque el autor, víctima de una crisis, quemó el manuscrito de la segunda parte. La novela narra los viajes por Rusia del protagonista, un estafador que compra a los terratenientes los siervos que han fallecido, para así cobrar subsidios del Estado. La travesía de Chichikov (así se llama el protagonista) permite a Gogol reflexionar, a través de un ácido sentido del humor, sobre la miseria del campesinado ruso, la terrible degradación que supone la servidumbre y, en general, el lado oscuro del ser humano.
 

3.2. FIODOR DOSTOIEVSKI (1821-1881) lega a la posteridad una magnífica obra literaria de extremado realismo, caracterizada por la hondura de los problemas existenciales que plantea y por la complejidad psicológica de sus torturados personajes, enfrentados a su propia conciencia, al destino, a la vida o a Dios, y que marcaron profundamente la narrativa rusa posterior.
Tras una infancia triste marcada por la pobreza, la enfermedad y la crueldad de un padre alcohólico, consigue graduarse como oficial del ejército. Pero muy pronto abandona la carrera militar para dedicarse por completo a la literatura. En 1846 publica su primera novela, Pobres gentes, donde se observa la influencia del realismo de Gogol.

Se suele considerar entre las obras maestras de Dostoievski los siguientes títulos: El jugador (1866), Crimen y castigo (1866), El idiota (1869) y Los hermanos Karamázov (1880).

Crimen y castigo es una novela policiaca: un asesinato preparado como un crimen perfecto, un detective refinado, un delincuentre abrumado por los remordimientos, y episodios adyacentes que abren perspectivas sobre la miseria moral y material del hombre. El personaje central de la obra es un estudiante, Raskolnikov, que, empujado por la miseria y creyéndose una especie de superhombre situado más allá del bien y del mal, mata a una usurera para robarle. Después del asesinato sufre unos terribles ataques de paranoia y, finalmente, influido por las ideas cristianas, inicia el camino de la resurrección moral, acusándose a la policía.

En Los hermanos Karamázov, un padre viejo, odioso y libertino que dilapida el patrimonio familiar, niega a sus hijos el dinero a que tienen derecho y contraría sus vocaciones. Los tres hermanos y un hermanastro heredan de su padre el conjunto de tendencias al mal. Este último, que sirve en la casa, es un tipo brutal que asesina al padre. La justicia acusa del crimen al hermano mayor, por su carácter exaltado, y lo envía a Siberia. El asesino expía su crimen suicidándose. La novela  muestra un antiguo remordimiento del propio autor al haber deseado la muerte de su padre.

TEXTO: CRIMEN Y CASTIGO
[El protagonista de la novela es un estudiante que apenas tiene dinero para sobrevivir, ni siquiera a través de los esfuerzos de su madre y su hermana Dunia. Raskolnikov se indigna con Dunia porque quiere casarse con un comerciante, y él sabe que el matrimonio es por interés, para ayudarle a él. Así que decide pasar a la acción y matar a una vieja usurera despiadada que guarda mucho dinero en su casa]:

¡Pero qué pálido está usted! ¡Y las manos le tiemblan! Está usted enfermo, ¿eh?

–Tengo fiebre –respondió él con voz convulsa–. ¡Cómo no estar pálido cuando no se come! –añadió a duras penas. Volvían a abandonarle sus fuerzas. Pero la respuesta parecía verosímil; la vieja tomó la prenda.

–¿Qué es esto? –preguntó, mirando otra vez de hito en hito a Raskolnikov y sopesando en su mano el objeto.

–Pues la prenda… La pitillera… de plata… ¡Mírela!

–¡Hum! ¡Cualquiera diría que no es de plata! Viene muy bien envuelta.

Mientras luchaba por deshacer el paquetito, se aproximó a la ventana, buscando la claridad (tenía todas las ventanas cerradas, a pesar del calor sofocante), y por un momento se apartó de Raskolnikov, volviéndole la espalda. Él se desabrochó el abrigo y sacó el hacha del nudo corredizo; pero, sin sacarla del todo, se limitó a sujetársela con la mano derecha por debajo de la ropa. Una gran debilidad le rindió los brazos; sentía cómo de minuto en minuto se le entumecían y se le ponían pesados como el plomo. Tenía miedo de dejar caer el hacha. De pronto, le pareció que se le iba la cabeza.

–¡Vaya; verdaderamente, qué idea hacer un paquete así! –exclamó la vieja, que esbozó un movimiento hacia Raskolnikov.

No había un momento que perder. Él sacó del todo el hacha de debajo del abrigo, la esgrimió con ambas manos, sin darse cuenta de lo que hacía, y casi sin esfuerzo, con gesto maquinal, la dejó caer sobre la cabeza de la vieja. Estaba agotado. Pero no bien hubo dejado caer el hacha, le volvieron las fuerzas.


PELÍCULAS: http://www.youtube.com/watch?v=M5usAsPOSHI


3.3. Lev Nikoláevich TOLSTOI (1828-1910) fue un aristócrata ruso, un señor feudal con cientos de siervos, que cambia su vida por un ideal espiritual, una variante del cristianismo que repudiaba la violencia y promovía el amor como ley universal. Sus escritos sobre educación, moral y religión le hicieron conocido en todo el mundo.
Entrada ya la década de 1860 Tolstoi olvidó sus inlinaciones educativas para decidarse a la creación litearia. En siete años concluyó su más vasta novela, Guerra y paz (1869): la crónica de dos familias nobles sobre el trasfondo de las campañas napoleónicas que alzaron al pueblo ruso en defensa de su propia tierra.
Ana Karenina (1877) es la novela más conocida de Tolstoi. Ana es la mujer de un alto funcionario de la administración imperial. A raíz de un viaje a Moscú, ella conoce al oficial Vronsk, del que se enamora perdidamente. Al principio intenta combatir esta pasíón, pero muy pronto inicia una relación sentimental con él. Ana queda embarazada y confiesa la infidelidad a su marido, que la perdona. Durante una temporada, Ana, vícitima de los remordimientos, intenta huir de Vronsk, pero un día se reencuentran y renace una pasión intensa. Abandonan a sus familias y amigos y empiezan a viajar por Europa. No obstante, Ana duda cada vez más de que haya actuado correctamente y, consumida por estos pensamientos, decide poner fin a su vida arrojándose a la vía del tren. A pesar de que la obra pueda parecer una simple historia sentimental con final trágico, no se puede obviar de ninguna manera la voluntad moralizadora de Tolstoi, que critica la hipocresía dominante en la aristocracia de la época. La obra se puede enteder como una parábola que presenta la dificultad de ser honesto cuando el resto de la sociedad se ha instalado en la hipocresía. De esta forma, el conflicto de Ana se generaría en el hecho de no ser ni suficientemente honesta ni deshonesta consigo misma.


PELÍCULA:  http://www.youtube.com/watch?v=fciDG82JfHU&feature=related

TEXTO: ANA KARENINA

[El matrimonio entre Ana y Karenin es insostenible. Ana se va de casa y desea que su esposo le conceda el divorcio para poder vivir tranquilamente con Vronsky, mantener sus derechos legales con su hijo y que la hija que ha tenido con él pueda recibir su apellido. Sin embargo, Karenin, pese a haber perdonado a su esposa, no está dispuesto a conceder el divorcio, ya que va contra sus férreos principios y contra sus propios intereses]:

  Alexey Alexandrovich, con la cara contraída por la agitación, murmuró algo para sus adentros, pero no contestó. Lo que a Stepan Arkadievich le parecía tan sencillo él lo había pensado miles y miles de veces. Y no solo no lo consideraba sencillo, sino completamente imposible. El divorcio, cuyos detalles conocía ya, le parecía imposible ahora porque el sentimiento de su propia dignidad y el respeto por la religión no le permitían asumir la culpabilidad de un adulterio ficticio y aún menos tolerar que su mujer, a quien había perdonado y a la que amaba, fuese culpada y cubierta de oprobio. El divorcio le parecía imposible, además, por otras causas aún más importantes.

 ¿Qué sería de su hijo si se divorciaba? Era imposible dejarlo con la madre. La madre divorciada tendría una familia ilegítima, en la que la situación del hijastro sería probablemente mala. ¿Quedarse él con el niño? Sabía que era una venganza por su parte, y no lo deseaba. Y sobre todo, le parecía imposible porque, al consentir el divorcio, sería el causante de la perdición de Ana. Habían llegado al fondo de su alma las palabras que le dijera Daria Alexandrovna en Moscú, afirmando que al pedir el divorcio no pensaba más que en sí mismo y causaba la ruina definitiva de su mujer. Relacionando estas palabras con su perdón, con su cariño a los pequeños, las entendía ahora a su manera. Si consentía en el divorcio, dejaba libre a Ana, es decir, arrebataba los últimos lazos que lo unían a la vida –a los niños, a los que tanto quería–, el último apoyo para el camino del bien, y empujaba a Ana al abismo.

   Si Ana se convertía en una mujer divorciada, Karenin sabía que se uniría a Vronsky, siendo sus relaciones ilegítimas y culpables, porque para la mujer, según la ley de la Iglesia, no puede haber otro esposo mientras viva el primero. «Ana se uniría a él y al transcurrir uno o dos años, la abandonará o ella entablará relaciones con otro –pensaba Alexey Alexandrovich–. Y yo, dando mi consentimiento para este divorcio lícito, seré el culpable de su perdición.» Karenin había pensado esto miles de veces y estaba convencido de que la cuestión del divorcio no solo no era sencilla, como decía su cuñado, sino completamente imposible.



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