lunes, 8 de febrero de 2016

TEMA 9. EVOLUCIÓN DE LOS TEMAS Y DE LAS TÉCNICAS NARRATIVAS EN EL REALISMO


1. CONTEXTO HISTÓRICO: LA SOCIEDAD CAPITALISTA
 
El cuarto estado, de G. Pelliza da Volpedo, 1901
En la segunda mitad del siglo XIX se consolida el sistema de producción capitalista. Fue entonces cuando se gestaron los Estados en sentido moderno, con un gobierno central, una legislación unitaria, un sistema fiscal común a todo el territorio, etc. 
El mapa político europeo experimenta profundas transformaciones. En 1870 concluye el proceso de unificación de Italia; y en 1871, el de Alemania. El poderoso Imperio Austriaco fue sufriendo un lento desmoronamiento. Francia continuó siendo la potencia más importante de Europa: el aumento de poder de las clases medias, que habia empezado con la Revolucion Francesa de 1789, se percibe en Francia durante los gobiernos de Luis Felipe y Napoleon III; Inglaterra, bajo el reinado de la reina Victoria (1837-1901), era todavía el país de economía más desarrollada. En el este, la gran potencia era la Rusia zarista, aunque arrastraba una estructura social muy atrasada (la calidad de su produccion novelística se justifica por la apertura de los intelectuales rusos a las influencias occidentales); fuera de Europa, es notable la consolidación de los Estados Unidos como gran potencia. 
El fenómeno del imperialismo es uno de los más definitorios del fin de siglo: la ampliación de los mercados nacionales y la búsqueda de materias primas empujaron a las potencias europeas a la expansión colonial. En el plano social, se desarrollaron enormemente la burguesía y el proletariado, cuyos enfrentamientos fueron constantes. La clase burguesa se tornó más conservadora y se sintió atraída por el prestigio social de los nobles; por su parte, se fortaleció el movimiento obrero y se crearon en las últimas décadas del siglo organizaciones socialistas y anarquistas. 
En España, los enfrentamientos entre conservadores y liberales continúan marcando el devenir histórico del siglo. En 1868 se produce la Gloriosa, revolución liderada por el general Prim que acaba con la monarquía borbónica. Se abre entonces un nuevo período histórico, el Sexenio Revolucionario. Sin embargo, las contradicciones entre las diversas facciones revolucionarias resultan insuperables, de modo que los acontecimientos se suceden de forma vertiginosa: asesinato de Prim, monarquía de Amadeo de Saboya, Primera República, levantamientos carlistas, sublevaciones cantonales, etc. La intervención del Estado restaura en el trono a los Borbones en la figura de Alfonso XII: se inicia así el largo período conocido como la Restauración


2. CONTEXTO LITERARIO: EL REALISMO Y EL NATURALISMO

Aunque cronológicamente coincide en parte con el Romanticismo (en 1856 se publica Madame Bovary de Flaubert, y en 1862 Los miserables de Victor Hugo), el Realismo se opone a esta corriente y al Clasicismo: los escritores no se proponen imitar las obras grecolatinas, sino los originales de la naturaleza, sin  necesidad de exaltar las emociones, ni de situar las acciones en lugares o tiempos remotos. 

A mediados del siglo XIX predominan ya en los medios artísticos europeos los rasgos estéticos del Realismo, movimiento que nace influido por el positivismo filosófico. Para el positivismo no existe más realidad que los hechos perceptibles por los sentidos, cuyo estudio empírico requiere de dos principios básicos formulados por Auguste Comte en su Sistema de filosofia positiva (1850): la observación rigurosa de la realidad y la experimentación. El método experimental (observación-hipótesis-experimentación) lo expuso el fisiólogo francés Claude Bernard. También tiene una enorme importancia el evolucionismo, propuesto por el naturalista inglés Charles Darwin (El origen de las especies, El origen del hombre); en 1866, el botánico austriaco Gregor Mendel había descubierto las leyes de la herencia biológica. Durante la segunda mitad del siglo XIX alcanza también una gran influencia el marxismo (El capital de Karl Marx, que propugna la abolicion de la sociedad burguesa y la urgencia de implantar el socialismo).

La repercusión de todas estas ideas en el Arte es decisiva, como se puede comprobar a través de las siguientes características generales de la literatura realista:

a)  Observación y descripción precisa de la realidad. El Realismo concede importancia al medio ambiente, ya que considera que el ser humano está influido por el medio donde vive, aunque la novela realista no será determinista como la del naturalismo. Esta pintura del ámbito vital de los personajes se muestra casi siempre con unas descripciones minuciosas que sirven para crear un clima determinado, adecuado al individuo, su oficio, su profesión y su psicología. Por otro lado, el escritor realista ofrece una gran diversidad de ambientes, aunque prefiere espacios urbanos, a menudo con la presentación de cuadros de costumbres: reuniones en casinos, festividades religiosas, banquetes de gala, etc.
b) Ubicación próxima de los hechos. El tiempo de los hechos narrados es aproximadamente contemporáneo a la composición de la novela y constituye un fondo histórico real para los acontecimientos ficticios -pero verosímiles- con los que se encuentran comrpometidos los personajes novelescos.
c)  Frecuente propósito de crítica social y política. La intención del autor es crítica. No describen una polémica social y laboral únicamente con intención testimonial, sino que acaban decantándose por enfatizar y señalar los aspectos más negativos del funcionamiento social, como la explotación, la injusticia o el abuso del poder.
d)  Análisis psicológico de los personajes. Es frecuente la descripción del carácter y la fisonomía de los personajes, lo que lleva a un estudio minucioso de los ambientes familiares, de la educación, de los acontecimientos pasados, como explicación de una determinada conducta o comportamiento. El personaje expresa y revela rasgos propios de su grupo o clase social y también su carácter individual. Los estados de ánimo, la conducta y las acciones nos muestran a unos personajes dotados de una gran sensación de autenticidad.
e)  Estilo sencillo y sobrio. El lenguaje no es considerado un valor creativo intrínseco, sino un medio destinado a describir el ámbito de los acontecimientos, las acciones realizadas y los caracteres que las llevan a cabo. Por lo tanto, el novelista trata de utilizar un lenguaje utilitario, de significación concreta y unívoca, apto para reproducir la realidad sin ambigüedades ni simbolismos. Asimismo, con el lenguaje se pretende reproducir los aspectos particulares del habla de cada personaje: vulgarismos, errores de pronunciación, regionalismos, etc. También se advierte un ritmo lento en la narración, de forma que la preparación de las acciones a veces ocupa más espacio que las propias acciones.
f)   El periódico como canal de difusión. Muchas de las obras realistas se publicaron por entregas en los periódicos antes que en forma de libro. Los capítulos iban apareciendo con una periodicidad generalmente mensual. Eso afecta, en ocasiones, a la estructura novelística, que trata de mantener el interés dejando en suspenso la historia al final de cada entrega.
g)   El narrador omnisciente. El tipo de narrador más habitual en la novela decimonónica es el narrador omnisciente. Son pocas las novelas relatadas en primera persona; en la mayor parte de los casos se narra en tercera persona. El narrador omnisciente controla hasta el último detalle de la materia que va a relatar: conoce hasta el último rincón del alma de sus personajes, lo sabe todo de sus acciones, organiza el riempo y los hechos a su antojo e interviene frecuentemente en el relato emitiendo juicios o avanzando hechos que sucederán más tarde. 
h)  El estilo indirecto libre. En la novela del siglo XIX, en un intento de aprovechar las ventajas del discurso directo y del indirecto, surgió el discurso o estilo indirecto libre, que tanto juego daría en la novela del siglo XX. Su uso hace que la presencia del narrador sea sensiblemente menor, proporcionando una sensación mayor de objetividad. Es un estilo empleado para narrar siempre la intimidad (recuerdos, sentimientos, sensaciones, ideas) desde dentro, es decir, para aproximar lo más posible al lector y al personaje. La técnica consiste en eliminar las marcas más patentes de la intervención del narrador sobre sus personajes: los verbos principales de lengua y opinión y los nexos subordinantes. La importancia del estilo indirecto libre se debe a que fue el punto de partida de una serie de procedimientos que, revolucionando las formas narrativas tradicionales, han permitido a la novela del siglo XX describir la realidad mental y representar de manera vívida la intimidad psicológica del personaje mediante el monólogo interior.
i)  Predilección por la novela. El Realismo prefirió la narrativa como medio más adecuado para responder a las necesiades de conocimiento de la sociedad. Entre los diversos tipos de novela, se inclinó generalmente por la novela social, con algunas excepciones como Guerra y paz, de Tolstoi, que es una novela histórica. Los rasgos típicos de la novela realista son la verosimilitud, los protagonistas individuales o colectivos, narrador omnisciente, didactismo, estructura lineal, descripciones minuciosas y aproximación al registro coloquial. 


EJEMPLO 1: DAVID COPPERFIELD 

  [Betsey se decepciona al ver que nace un niño. Copperfield vive con su madre, sin ninguna figura paterna, hasta que su madre se casa con el señor Murdstone. Este va a vivir con David, su madre y su niñera, una joven llamada Peggotty, y se lleva a su hermana Jane a la casa. Pronto Murdstone va a ser motivo de disgusto y sufrimiento para Copperfield, al que maltrata. Deciden enviar a David a Salem House, un colegio interno. Allí conoce a un muchacho llamado Steerforth que influirá mucho en él, sin embargo, en el internado no es feliz. Además, hay profesores crueles]:

  Estoy por decir que no hubo jamás hombre que disfrutase tanto con su profesión como disfrutaba el señor Creakle.

 Azotaba a los muchachos con la misma glotonería que si estuviese saciando un apetito incontenible. Estoy convencido de que le era especialmente imposible resistir la vista de un chico regordete; esto parecía ejercer en él una fascinación que lo traía desasosegado hasta que lo azotaba y lo dejaba marcado para todo el día. Tengo motivos para saberlo, porque yo era un niño regordete. […]

   ¡De qué modo más abyecto nos conducíamos con él nosotros, pobrecitos, para congraciarnos con el ídolo implacable! Ahora que lo pienso y miro hacia atrás, ¡qué manera de iniciar una vida, el tener que agacharnos y mostrarnos serviles con un individuo de tales condiciones y pretensiones!

   Me veo otra vez frente a mi pupitre, acechando su mirada –acechándola humildemente– mientras él traza rayas en un cuaderno de cálculos con destino a otra víctima, cuyas manos acaba de azotar con la mismísima regla con que traza las líneas, mientras el muchacho procura hacer desaparecer las marcas de su mano valiéndose del pañuelo.

  Yo tengo mucho trabajo, y si acecho su mirada no es por pereza, sino porque siento una atracción morbosa, un anhelo temeroso de saber lo que hará a continuación.


Se conoce como Naturalismo la corriente literaria que, como evolución del Realismo, se desarrolla durante el último tercio del siglo XIX en Francia. Tuvo como principal impulsor a Émile Zola (Germinal), quien, tras la estela del positivismo de Compte, de los principios deterministas de Taine y de las teorias de Darwin, pretende que la literatura se convierta en una ciencia cuyo objeto de estudio sea el medio social. El escritor debe analizar el comportamiento humano siguiendo los principios científicos de la observación y la experimentación:, esto es, ha de experimentar con sus personajes para mostrar cómo se modifican sus reacciones según cambian las circunstancias de su ambiente social (frecuentemente sórdido y miserable) y atendiendo siempre a su particular condición biológica heredada; el novelista trata de recoger las miserias humanas y los instintos  más primarios para ofrecernos la tragedia de unos seres que, a no ser que consigan salir por sus propios medios de las circunstancias que los oprimen, acabarán destruidos. El pretendido objetivismo naturalista se convierte a menudo en literatura de tesis: los autores observaban con desencanto los acontecimientos históricos de su tiempo y denunciaban una sociedad corrompida, atacando a menudo instituciones tradicionales como el ejército o la Iglesia. Desde el punto de vista técnico, se extreman los rasgos del Realismo: descripciones minuciosas, reproducción fiel del lenguaje hablado… y se propugna el ideal del narrador impersonal y objetivo

Realismo y naturalismo no siempre son fácilmente separables. Así, el segundo implica y asume todos los planteamientos del primero, aunque los lleva mucho más lejos, mientras que el realismo bordea, también, con frecuencia, posturas naturalistas. De ahí que la novela realista y la naturalista tengan muchos puntos en común. También hay que tener en cuenta una serie de peculiaridades distintivas de la novela naturalista, que provienen de la aplicación de las teorías anteriores, y que dan como resultado una novela social que pretende ser científica y que se caracteriza por los rasgos siguientes:
a) Trata asuntos como la miseria humana, la corrupción, el alcoholismo, las enfermedades mentales y hereditarias y, en general, la marginación en todas sus vertientes. Por tanto, los personajes están marcados por taras físicas o psiquicas de carácter hereditario o embrutecidos por la miseria.
b)   Los ambientes descritos con una técnica impresionista reflejan el pesimismo del que parten los autores. Se trata de ambientes sórdidos, desagradables, tristes, negativos. Mientras que el escritor realista se suele limitar a describir el mundo de la burguesía, de la clase media, con escasas incursiones en los ambientes de los obreros o de los marginados, el naturaista incorpora estos sectores a la novela.
c)  Mantiene el gusto por la documentación y la observación proclamadas por el Realismo, llevándolas al extremo con el máximo rigor.

El triunfo de la estética realista en España es tardío: el desarrollo del medio urbano está lejos del de países avanzados como Francia o Inglaterra; por otro lado, las circunstancias históricas que propician el surgimiento del Realismo sólo se producen a partir de la revolución del 68. A diferencia del Realismo, el Naturalismo fue conocido pronto, pues las obras de Zola no tardaron en traducirse. Sin embargo, levantó enseguida una gran polémica, porque, para la mentalidad de la sociedad española decimonónica, resultaba un movimiento inmoral y anticatólico. En su defensa, Emilia Pardo Bazán escribe una serie de artículos recogidos en su libro La cuestión palpitante (1883), aunque, desde principios católicos, rechaza el determinismo naturalista. 


EJEMPLO 2: GERMINAL, DE ZOLA

La Voreux iba saliendo como de un sueño ante la vista de Esteban, que mientras se calentaba en la hoguera sus ensangrentadas manos, miraba y distinguía cada una de las partes de la mina, el taller de cerner, la entrada del pozo, la espaciosa estancia para la máquina de extracción y la torrecilla cuadrada de la válvula de seguridad y de las bombas de trabajo. Aquella mina, abierta en el fondo de un precipicio, con sus construcciones monótonas de ladrillos, elevando su chimenea de aspecto amenazador, le parecía un animal extraño, dispuesto a tragarse hombres y más hombres. Mientras la examinaba con la vista, pensaba en sí mismo, en su vida de vagabundo durante los ocho días que llevaba sin trabajo y buscando inútilmente dónde colocarse; recordaba lo ocurrido en su taller del ferrocarril, donde había abofeteado a su jefe, siendo despedido a causa de ello, de allí, y de todas partes después; el sábado había llegado a Marchiennes, donde decían que había trabajo; pero nada; se había visto obligado a pasar el domingo escondido en la caseta de una cantera, de donde acababa de expulsarle el vigilante nocturno a las dos de la madrugada. No tenía un céntimo, ni un pedazo de pan: ¿qué iba a hacer en semejante situación, sin saber en dónde buscar un albergue que le resguardara del frío?

  El obrero que descargaba las carretillas ni siquiera había mirado a Esteban, y ya iba éste a recoger del suelo el paquetito que llevaba, para continuar su camino, cuando un golpe de tos seco, anunció el regreso del carretero.

  Luego se le vio salir lentamente de la oscuridad, seguido del caballo tordo, que arrastraba otras seis carretillas cargadas de mineral.

-¿Hay fábricas en Montsou? -le preguntó el joven.

-¡Oh! Fábricas no faltan -respondió-. Tendría que haber visto esto hace cuatro o cinco años. Por todas partes se trabajaba, hacían falta obreros, jamás se había ganado tanto... Pero ahora... ahora se muere uno de hambre. Es una desolación; de todos lados despiden trabajadores, y los talleres y las fábricas van cerrándose unos tras otros... No digo yo que tenga la culpa el Emperador; pero, ¿a qué demonios se va a guerrear en América? Todo esto sin contar los animales y personas que se están muriendo del cólera.

  Entonces los dos continuaron lamentándose con frases entrecortadas y acento de desesperación. Esteban relataba sus gestiones inútiles desde hacia una semana: ¿tendrían que morirse de hambre? Pronto los caminos se verían llenos de gente pidiendo limosna.

-Sí -decía el viejo-, y esto acabará mal; porque Dios no tiene el derecho de dejar morir así a sus hijos.

-No todos los días se come carne.

-¡Toma! ¡Si al menos se pudiera comer pan!


 PELÍCULA: http://www.youtube.com/watch?v=chCnbs7UMSk&playnext=1&list=PL2DB76340416DC3B5&feature=results_video



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