martes, 9 de febrero de 2016

TEMA 5. El desarrollo del espíritu crítico: la Ilustración. La Enciclopedia. La prosa ilustrada.



El pensamiento ilustrado se extiende desde Francia por toda Europa a lo largo del siglo XVIII. El cambio se hace posible gracias al espíritu crítico con el que se empiezan a cuestionar las creencias establecidas en todos los aspectos del pensamiento. El movimiento ilustrado se basa en la plena confianza en la razón por encima de la fe como medio para alcanzar el progreso. El afán de conocimiento del hombre se separa de sus creencias religiosas; la convicción de que el progreso conduce a la felicidad desemboca en el optimismo humanista. El espíritu ilustrado propicia la fundación de instituciones creadas al servicio del estudio (las Academias) y fomenta el ideal del hombre cultivado capaz de mostrar su agudeza como librepensador.
                          
En política, el absolutismo se ve sustituido por el despotismo ilustrado. El rey mantiene el poder absoluto y el pueblo no tiene ninguna capacidad de decisión, pero los monarcas buscan el crecimiento económico, la mejora de las condiciones de vida de sus súbditos y la extensión de la educación a través de políticas reformistas. Esto es, según el lema que explica esta filosofía política: "todo para el pueblo, pero sin el pueblo".

En el aspecto religioso, hay una mayor tolerancia y surgen nuevas corrientes, como el deísmo. Las relaciones con la Iglesia se complican, pues los Estados buscan un mayor control (regalismo), dando lugar a fuertes conflictos, como la expulsión de los jesuitas en algunos países.                                                           


La educación comienza a orientarse hacia las ciencias experimentales: se desarrollan las Academias y se fundan las sociedades científicas. En Física y Matemáticas hubo decisivos avances gracias a las contribuciones de figuras como Isaac Newton. Adam Smith se convierte en el padre de la Economía moderna al publicar La riqueza de las naciones, obra clave para entender los principios del liberalismo económico.





LA ILUSTRACIÓN

La filosofía ilustrada se caracteriza por una confianza ilimitada en el poder de la razón para resolver los problemas en todas las esferas de la vida. Este movimiento nació en Francia y extendió por toda Europa sus ideas racionalistas y reformistas.

Esta nueva corriente filosófica se ve intensamente influida por el racionalismo de Descartes, que afirma que la razón es la base del saber; o por el empirismo, del que se desprende la idea de que el conocimiento ha de pasar necesariamente por la experiencia sensible. Destaca la huella de Immanuel Kant, quien logra sintetizar todas las corrientes de pensamiento y aporta, a la vez, un enfoque totalmente novedoso.

Las principales figuras de la filosofía ilustrada, pensadores polifacéticos y combativos, no dudaron en recurrir a la literatura para difundir su visión del mundo:

1. Montesquieu (1689-1755) obtuvo un gran éxito con su tratado político Del espíritu de las leyes, donde se defiende la separación de poderes en el Estado. En su novela epistolar Cartas persas traza una dura visión crítica de la sociedad francesa, a través de los ojos de unos viajeros persas que visitan este país. Influyó en el español José Cadalsó, quien publicó sus Cartas Marruecas en 1789.







2.Voltaire (1694-1778) es el prototipo del pensador ilustrado. Aparte de su Diccionario filosófico, escribió innumerables obritas y panfletos sobre todo tipo de temas (Tratado sobre la tolerancia, El filósofo ignorante). Su producción literaria es inmensa, pues fue poeta y dramaturgo. Tienen más vigencia sus relatos alegóricos, que exponen problemas morales con una visión pesimista del hombre. Entre ellos destacan El ingenuo y, sobre todo, Cándido o el optimismo, su obra maestra, en la que la bondad natural del protagonista choca continuamente con la sociedad humana.






3. Denis Diderot (1713-1784), además de dirigir la Enciclopedia, escribió obras de teatro y de teoría teatral, así como varias novelas con una prosa muy inteligente: La religiosa, confesiones de una monja sin vocación; Jacques el fatalista, un diálogo entre Jacques y su amo en el que se entrelazan múltiples historias; y El sobrino de Rameau, cuyo protagonista resume las principales ideas del autor.










4. Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) es el gran disidente de la Ilustración. Sostiene que la cultura y el progreso son los causantes de los males de la humanidad, ya que considera que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe. Rousseau exalta el sentimiento por encima de la razón, con lo que anticipa la sensibilidad romántica. Sus ideas políticas, expuestas en El contrato social, influyeron mucho en la Revolución Francesa.

Su producción más propiamente literaria se centra en La nueva Eloísa, larga novela epistolar sobre el conflicto entre amor y deber, que obtuvo un enorme éxito; Emilio o De la educación, libro a medio camino entre la novela y el tratado educativo, de enorme influencia en la futura pedagogía. Y Confesiones, la primera autobiografía espiritual desde San Agustín.



EL NEOCLASICISMO

En literatura se impuso el Neoclasicismo: los autores ilustrados buscaron un nuevo modelo estético que respondiera a sus aspiraciones de mejora de la sociedad, de aplicación del pensamiento racionalista y de divulgación del conocimiento. Esto explica que triunfaran los principios clásicos, basados en la armonía y el equilibrio, y que se rechazaran los excesos de la imaginación y de la expresión que habían caracterizado a la literatura barroca. Al igual que había sucedido en el Renacimiento, el arte clásico se convirtió en el modelo de los ilustrados.

La literatura neoclásica queda también sujeta a la razón. Se escriben por entonces tratados que establecen las reglas a las que se debe someter toda obra literaria, como la Poética (1737), de Ignacio de Luzán . En el siglo XVIII se defendían los siguientes principios en literatura:

1. La obra debía responder a un modelo universal y tenía que ser un reflejo de la realidad, ajustado a los principios de verosimilitud y decoro.

2. Las creaciones debían seguir la preceptiva clásica, sin mezclar lo trágico y lo cómico.

3. La literatura debía tener esencialmente una intención didáctica. La obra literaria había de cumplir el principio clásico de «enseñar deleitando». Sin embargo, el arte dieciochesco produjo también una literatura anacreóntica, de inspiración clásica, en la que se recreaban los placeres de la vida dentro de un entorno natural poblado por figuras mitológicas.

4. La creación literaria se guía por la razón, por lo que los escritores manifiestan su espíritu crítico ante el mundo que los rodea.

A finales del siglo, algunos escritores rechazan la rigidez de la normativa neoclásica y ensalzan los sentimientos por encima de la razón. Este movimiento se denomina Prerromanticismo, ya que anuncia ciertas características románticas.



LA ENCICLOPEDIA                                



La Enciclopedia es una síntesis de los conocimientos de la época y, en especial, de los principales contenidos del pensamiento de la Ilustración. Con el subtítulo de Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios, se comenzó a escribir en 1745 y se concluyó en 1772, con diecisiete volúmenes de texto y once de láminas. Sus directores, Diderot (que además escribió más de mil artículos) y D'Alembert, la convirtieron en una obra auténticamente original; además colaboraron en ella autores como Voltaire, Montesquieu, Rousseau y Buffon. La Enciclopedia concede gran importancia a las ciencias aplicadas, a la tecnología y a los oficios y, sobre todo, defiende las ideas liberales y del progreso, por lo que fue una obra clave en la lucha contra el absolutismo y el Antiguo Régimen.

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