La sílaba
tónica de una palabra es aquella que se pronuncia con mayor intensidad
de voz. Ejemplos: es-pe-rar, más-til,
ma- no, pró- xi-mo.
Dependiendo de la posición en que se
encuentre la sílaba tónica, las palabras pueden ser agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas:
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La sílaba tónica de las palabras agudas es la última. Ejemplo: re-loj, bis-tu-rí.
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La sílaba tónica de las palabras llanas es la penúltima. Ejemplo: Fer-nán-dez, e-xa-men.
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La sílaba tónica de las palabras esdrújulas es la antepenúltima. Ejemplo: Te-lé-gra-fo, dé-ci-mo.
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La sílaba tónica de las palabras sobresdrújulas es cualquiera de las anteriores a la
antepenúltima.
1. Las
palabras agudas llevan acento ortográfico si acaban en vocal, en –n o en
–s. Ejemplos: alhelí, camión, Inés.
2. Las
palabras llanas llevan tilde si terminan en cualquier consonante que no sea
–n o –s. Ejemplos: difícil, néctar,
lápiz.
3. Las
palabras esdrújulas y sobresdrújulas llevan siempre tilde. Ejemplos: pájaro, séptimo, llévatelo, fácilmente.
Los diptongos: Cuando dos
vocales que aparecen juntas en una palabra se pronuncian en la misma sílaba,
constituyen un diptongo. En un diptongo
se tienen que dar las siguientes combinaciones entre vocales abiertas (a, e, o) y vocales cerradas (u, i).
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Vocal abierta + vocal cerrada átona o viceversa (ai,au,ei,eu,ia,ie,io,oi,ou,ua,ue,uo), por ejemplo: causa, puerto, reina, huevo, etc.
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Vocal cerrada + vocal cerrada distinta de la anterior (ui, iu), por ejemplo: ruina,
viudedad, diurno, etc.
Recuerda
que la presencia de “h” intercalada entre las vocales no impide que se forme
diptongo: ahuyentar, cohibir.
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Los diptongos deben llevar tilde cuando lo exigen las reglas generales de
acentuación. Así pues, llevarán tilde palabras como cantéis (aguda que acaba en –s),
huésped (llana acabada en –d) o piélago
(esdrújula). Del mismo modo, no
llevan tilde palabras como atestiguar (aguda
acabada en –r) o ingenuo (llana
acabada en vocal).
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En los diptongos formados por vocal abierta y cerrada o viceversa, la
tilde siempre se coloca sobre la vocal abierta, por ejemplo: pensáis, avión, murciélago.
- En
los diptongos que están formados por dos vocales cerradas distintas, la tilde
siempre se coloca sobre la segunda, por ejemplo: casuística, lingüística.
Los
triptongos: El triptongo es un
conjunto de tres vocales pronunciadas en una misma sílaba. En castellano, un triptongo presenta siempre la misma
estructura, en la que se combinan tres vocales (iai, iau, iei, ieu, uai, uau, uei, ueu) de la siguiente manera: vocal cerrada +
vocal abierta + vocal cerrada.
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Sólo llevarán tilde aquellas palabras con triptongo
que, atendiendo a las normas generales de la acentuación, deban llevarla. De
esta manera, se pone tilde sobre acuciéis
porque es una palabra aguda que acaba en –s; sin embargo, Uruguay no lleva acanto ortográfico porque es aguda y no acaba en
vocal, ni en –n ni en –s.
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En los triptongos, la tilde siempre ha de ir sobre la
vocal abierta.
Los hiatos: Cuando dos vocales
que aparecen juntas forman parte de sílabas diferentes, es decir, no se
pronuncian en una sola sílaba, se produce un hiato. Existen tres tipos de
combinaciones vocálicas que se consideran hiatos:
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Dos vocales iguales, sean abiertas o cerradas, por
ejemplo: leer, chiita.
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Dos vocales abiertas diferentes, por ejemplo: caerse, mareo.
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Una vocal abierta átona y una vocal cerrada tónica, o
viceversa: sandía, caíste, dúo, reúnen.
La
presencia de la “h” no es obstáculo para la aparición del hiato; este es el
caso de palabras como búho.
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Las palabras que contienen un hiato formado por dos
vocales iguales abiertas o cerradas, o bien por dos vocales abiertas
diferentes, se acentúan si así lo exigen las normas generales de acentuación: espontáneo (esdrújula); marea (llana acabada en vocal); león (aguda acabada en –n).
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En el caso de que el hiato se produzca por la
combinación entre una vocal abierta átona y una vocal cerrada tónica, siempre deberá ponerse tilde sobre la vocal
tónica, independientemente de que lo exijan o no las normas generales de
acentuación, por ejemplo: rehúsan, río,
María, había.
El acento diacrítico: Generalmente,
los monosílabos no llevan acento ortográfico o tilde (fue, dio, vio, me, la, te, lo, se, etc.). Sin embargo, algunas
palabras monosilábicas llevan un acento diacrítico que sirve para
diferenciar los monosílabos que tienen la misma forma, pero cuya función
gramatical es diferente.
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Mí (pronombre personal)
Regálamelo a mí
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Mi (determinante posesivo)
Mi casa está cerca de la playa
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Tú (pronombre personal)
Compra el pan tú.
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Tu (determinante posesivo)
Ese es tu trozo de pan
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Él (pronombre personal)
Él
es mi primo marroquí
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El (determinante artículo)
El primo marroquí vendrá mañana
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Sí (pronombre personal)
Sólo piensa en sí mismo
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Si (conjunción)
No vengas si no quieres.
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Dé (verbo dar)
Dé este billete a su madre
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De ( preposición)
La caja de caoba
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Sé (verbo saber o ser)
No sé nada. Sé educado y respetuoso.
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Se (pronombre personal)
Se lo dijo con cariño.
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Té (sustantivo)
Me tomaré una taza de té.
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Te (pronombre personal)
Te lo voy a repetir una vez más.
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Más ( adverbio de cantidad)
No comas más.
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Mas (conjunción adversativa)
Quiero dejarle, mas no puedo.
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Las palabras compuestas:
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Los adverbios acabados en –mente conservan la tilde si los adjetivos de los cuales proceden
la llevan. Por ejemplo: hábilmente,
cómodamente, fácilmente.
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A efectos de acentuación gráfica, las palabras
compuestas se comportan como una sola palabra; por tanto, siguen las normas
generales de la acentuación ortográfica, con independencia de cómo se
acentuaban por separado. Por ejemplo: balón+pieà balompié; así + mismoà asimismo; décimo
*séptimo-à décimoséptimo.
La
acentuación en las oraciones interrogativas o exclamativas: Las
partículas interrogativas o exclamativas (qué,
quién, dónde, cuándo, cuánto, cuán, cuál, cómo, adónde, etc.) siempre
llevan tilde, independientemente de que sean adverbios, adjetivos o pronombres.
No se deben confundir con otros
elementos de la oración que, con idéntica forma, no tienen valor de pregunta o
de exclamación. Ejemplos:
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Me sorprende que
haya venido.
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Quien la
hace, la paga.
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Esta tarde
podemos ir donde quieras.
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Cuando llame
Laura, bajamos al portal.
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Como no
dijiste nada, supusimos que estabas de acuerdo.
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Etc.
Recuerda que las preguntas pueden ser directas
(¿Dónde naciste? ¿Cuándo llegas? ¿Por qué
no viene? ¿Adónde vamos?) o indirectas (precedidas de un verbo de lengua o
pensamiento: decir, pensar…). En
ambos casos, las partículas interrogativas deben llevar tilde, por ejemplo:
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No entiendo qué
queréis decir (¿Qué queréis decir?).
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Mi abuelo siempre
explica cuánto sufrió en la guerra (¡Cuánto sufrí en la guerra!).
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No sé por qué me
respondió de ese modo (¿Por qué me respondió de ese modo?).
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No sabes cuánto
frío hace en la calle (¡Cuánto frío hace en la calle!).
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Me preguntaba
dónde habrías puesto las gafas (¿Dónde has puesto las gafas?)..
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Dime cuándo te
veré otra vez (¿Cuándo te veré otra vez?)
