sábado, 31 de octubre de 2015

TEMA 2. La lírica del amor. El petrarquismo. Orígenes: la poesía trovadoresca y el "dolce stil nuovo". La innovación del Cancionero de Petrarca.

I. CONTEXTO GENERAL. LOS CAMBIOS DEL MUNDO Y LA NUEVA VISIÓN DEL HOMBRE

Conocemos como Renacimiento el período de la historia europea que comprende, fundamentalmente, el siglo XVI, aunque no se pueden establecer con exactitud sus límites cronológicos, ya que estos varían en los diferentes países en que se desarrolló. Por ejemplo, muchos rasgos del Renacimiento nacen ya en la Italia del siglo XIV; en cambio, es tardío en Inglaterra, donde se inicia bien entrado el siglo XVI.
El Renacimiento supuso una nueva forma de concebir el mundo. Fue una etapa de cambios profundos en numerosos ámbitos de la vida: política, economía, religión, cultura, arte, ciencia, etc. Todas estas transformaciones fueron paralelas al desarrollo del Humanismo, movimiento que reforzó el cambio de mentalidad al situar al individuo en una posición de dignidad dentro de un mundo que pretendía conocer y disfrutar (se pasa del teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista). Los humanistas entienden que solo en la época clásica el hombre había sido la medida de todas las cosas y en él se centraban las manifestaciones de la cultura; de ahí que se apliquen a la tarea de recuperar y propagar a los autores clásicos, a los que toman como modelos. Se fomenta el aprendizaje del latín y del griego y, a la vez, se propugna la dignificación de las lenguas vulgares. Fueron destacados humanistas Francesco Petrarca, Elio Antonio de Nebrija y Francisco Sánchez de las Brozas.

CARACTERÍSTICAS HISTÓRICAS Y FILOSÓFICAS.

1. En lo político, se debilita el sistema feudal, característico de la Edad Media. El debilitamiento de la nobleza rural se corresponde con un fortalecimiento del poder real: surgen así monarquías fuertemente autoritarias y se crean los grandes Estados modernos.

2. Crecen las ciudades y se afianza la clase burguesa, de modo que se potencian las actividades industriales y comerciales, y cobra gran importancia el dinero como valor de cambio. Paulatinamente la nobleza, al entrar en crisis el sistema feudal, se va haciendo cortesana.

3. La inquietud intelectual y el ansia por comprender los secretos del mundo incentivan el desarrollo de la ciencia. Se estudia el cuerpo humano y se escruta el Universo: al Renacimiento corresponden el descubrimiento de la circulación de la sangre por Miguel Servet y los estudios astronómicos de Copérnico y Galileo.

4. Se propagan las herejías y adquieren enorme fuerza los movimientos religiosos reformadores, como los encabezados por el holandés Erasmo de Rotterdam y el alemán Martín Lutero.

5. La cultura recibe un fuerte impulso con la invención de la imprenta (siglo XV), la cual propicia la difusión de las nuevas ideas y facilita la alfabetización. En consonancia con el desarrollo del Humanismo, se instauran en las Universidades los studia humanitatis (gramática, retórica, poética, filosofía, moral e historia), acabándose así con el sistema educativo medieval, de base eminéntemente escolástica.

6. El arte renacentista desarrolla una estética basada en el Neoplatonismo, según el cual el mundo es bello porque refleja la belleza de Dios. El amor a la belleza hace al hombre partícipe de la obra divina, es un adelanto en la Tierra de los gozos que nos aguardan en el Cielo. Esta búsqueda de la belleza natural explica las características principales del arte del XVI: equilibrio, armonía, orden, claridad, idealización. En el estilo se busca la "naturalidad artificiosa": un modelo de lengua culto y cuidado, pero sin exceso ornamental ni afectación.

7. La inquietud del hombre renacentista, junto con el desarrollo del comercio, logra ensanchar las fronteras geográficas. El siglo XVI es la época de los grandes viajes que permiten diseñar un nuevo mapa del mundo: el descubrimiento de América, la exploración de las costas atlánticas e índicas de África, la primera vuelta al mundo completa, los descubrimientos y exploraciones de las islas del Pacífico, etc.

CARACTERÍSTICAS ESTÉTICAS Y LITERARIAS.

El interés por el mundo clásico despertó en el terreno estético la admiración por las obras de la Antigüedad grecorromana. Por ello, se impuso un deseo de retornar, en todas las artes, a los modelos clásicos para alcanzar el ideal de belleza basado en los principios de la racionalidad, la funcionalidad, la claridad y la simetría. En el terreno literario, el Renacimiento supuso la recuperación de los grandes autores clásicos, como Virgilio, Horacio y Ovidio, ya conocidos en la Edad Media, pero ahora a partir de ediciones mucho más rigurosas  y fiables de sus textos.
Las principales características de la literatura renacentista son consecuencia de la admiración por los autores clásicos:
a) Análisis subjetivo del amor: El sentimiento amoroso es objeto de un minucioso análisis, relacionado con el interés de la época por los asuntos humanos. Frente a la concepción del amor de la tradición cortés provenzal, feudal y aristocrática, surge un nuevo concepto basado en la filosofía neoplatónica cuyos rasgos básicos se resumen en tres aspectos:
   1. La amada es presentada como un ser perfecto y angelical (donna angelicata) cuya belleza física es un reflejo del orden divino.
   2. El amor es idealizado como un fin en sí mismo. No se persigue evolucionar en las fases del acercamiento amoroso, como en el amor cortés, ni tampoco se aspira a recibir ninguna recompensa por parte de la dama.
   3. Quien ama se ennoblece espiritualmente, es poseedor de un cor gentil, por ser virtuoso, generoso y capaz de amar y no por pertenecer a la nobleza, a diferencia del fuerte componente aristocrático del amor cortés.
b) Idealización de la Naturaleza: El sentimiento amoroso se desarrolla en un marco natural idealizado, un locus amoenus inspirado en las Églogas de Virgilio. La perfección de este marco natural de las relaciones amorosas refleja también el orden del universo.
c) Abundancia de referencias mitológicas: Las historias de los dioses paganos del panteón grecorromano se usan como tema de la obra en sí misma, pero también como modo de reflejar de manera simbólica el sentimiento del poeta. La principal fuente de referencia son las Metamorfosis de Ovidio.
d) Recuperación de géneros clásicos como la oda, la égloga, la elegía y la epístola.
e) Enriquecimiento de las lenguas romances gracias al mayor conocimiento del latín clásico, de modo que llegan a convertirse en lenguas literarias elegantes y narutales. 

En resumen, el Renacimiento es un periodo decisivo en la historia de la humanidad marcado por un redescubrimiento de la importancia del individuo en una sociedad que ya no se explica exclusivamente por la fe. En el siglo XVI comenzamos a confiar en las posibilidades de la razón humana, pues el mundo ya no es un mero lugar de tránsito al que venimos a padecer, sino un lugar repleto de posibilidades para el placer y el deleite.


II. EL RENACIMIENTO EN ITALIA


El cambio de las estructuras económicas, propiciado por la llegada al poder de la burguesía en las ciudades-estado italianas durante el siglo XIII, es el motor que genera el cambio de mentalidad con el que se inicia el Renacimiento. Ya en el siglo XIV aparecen en Italia las primeras manifestaciones anunciadoras de una nueva etapa literaria, que tendrá su eclosión definitiva en el siglo XV.

II. 1. EL DOLCE STIL NOVO

Durante la primera mitad del siglo XIII conviven en Italia dos corrientes poéticas:

a) Por una parte, la que bebe directamente de la tradición provenzal-trovadoresca, en la que predominan las convenciones del amor cortés, que son trasunto literario del sistema feudal.

b) Por otra, la escuela siciliana, temáticamente emparentada con la anterior, pero creadora de innovaciones formales que se consagran para caracterizar todo el posterior Renacimiento europeo: el verso endecasílabo, combinado a veces con el heptasílabo, y la más fructífera combinación estrófica, el soneto. Esta corriente se extiende a la Toscana, y entre sus representantes más destacados figuran Guittone d´Arezzo y Bonagiunta Orbicciani.

Pero en la segunda mitad de siglo irrumpe una nueva corriente que tiene su foco en Bolonia y, sobre todo, en Florencia. Entre los poetas que integran esta nueva corriente poética destacan Guido Guinizzelli, Guido Calvacanti y Dante Alighieri. Su poesía, marcadamente innovadora, se conoce con el nombre de dolce stil novo, expresión extraída de un verso de la Divina Comedia de Dante.

La poesía stilnovista responde al declive del sistema feudal y a la mentalidad de la burguesía: frente a la nobleza de sangre, heredada, se proclama la importancia de la nobleza de corazón, el cor gentil, propia del hombre que alcanza valor por su propio mérito y esfuerzo, lo que se manifiesta en su manera de sentir el amor.
Para estos poetas el amor no es una pasión que persigue el goce sexual, sino un sentimiento que los eleva hasta la unión con Dios a través de la belleza femenina. Por ello, la amada se presenta como un ser angelical cuya hermosura es reflejo de su virtud interior. Así, el amor se entiende como símbolo de la divinidad y su destinataria es la donna angelicata, mujer angelical a la que el poeta venera como medio de perfeccionamiento de su alma porque, adorándola, aspira a ganarse el cielo. Aunque a veces se refiera a una mujer real, la dama aparece idealizada en el poema, fijada con una belleza y una juventud eternas. Es patente, por tanto, el cambio en la concepción de la mujer pues, frente a la feudalización de la dama y la ocultación de su nombre en la poesía trovadoresca, en el dolce stil novo la mujer está divinizada, aunque con su nombre propio, sin el anonimato propio del amor cortés.

Formalmente, los poetas del stilnovismo contribuyen a arraigar las innovaciones de los poetas sicilianos de la primera mitad de siglo: el uso del heptasílabo y el endecasílabo y sus combinaciones estróficas, principalmente la canción, la balada y el soneto. 

DANTE ALIGHIERI: DIVINA COMEDIA



BIOGRAFÍA

Dante Aliguieri nació en Florencia en 1265. Formó parte del grupo de poetas del dolce stil novo. En su juventud, se entregó con pasión a la creación poética, cuyo ideal espiritual y amoroso estaba centrado en la figura de Beatriz, dama a la que había conocido cuando eran aún niños y con la que se reencontró años después (Bice di Folco Portinari). De esta etapa juvenil son los poemas que después reuniría en una de sus obras capitales, Vita nuova, de clara adscripción stilnovista.
La muerte de Beatriz en 1290 sumió al poeta en una profunda crisis, que lo llevó a entregarse al estudio. A los treinta años se casó con Gemma di Manetto Donati, con la que tuvo cuatro hijos.
Dante participó activamente en la política. Perteneció a los güelfos blancos, una de las facciones que agitaron la vida política florentina de aquella época. En 1301, al triunfar el partido de los güelfos negros, se vio obligado a abandonar Florencia, por lo que vivió exiliado en diversas ciudades italianas y bajo el amparo de diferentes nobles los últimos años de su vida. Durante el exilio escribió sus obras de carácter doctrinal en latín (Convivio, De vulgari eloquentia, De monarchia) y la que, sin duda, es su obra más importante, la Divina Comedia, escrita en el dialecto italiano de la Toscana.
Jamás regresó a Florencia y murió en Rávena en 1321.
 
LA DIVINA COMEDIA

El título original que Dante adjudicó a su obra fue simplemente Comedia, atendiendo al final dichoso de la obra. Fue Boccaccio quien, años más tarde, la rebautizó como Divina Comedia, y con ese nombre se publicó siempre a partir de la edición de 1555. Su redacción ocupó a Dante, como mínimo, los últimos 15 años de su vida.
La obra muestra el recorrido que el propio Dante, partiendo de una situación de vida licenciosa y turbulenta, realiza por los mundos de ultratumba para alcanzar la purificación del alma y la redención. En el Infierno y en el Purgatorio es guiado por Virgilio, por quien Dante profesaba una rendida admiración, y en el Paraíso su guía es Beatriz.
El número tres, que simboliza la Santísima Trinidad, está en la base de la composición formal de la obra:
a) Tres son las partes que la conforman: Infierno, Purgatorio y Paraíso.
b) Cada parte está formada por 33 cantos (más uno introductorio en el Infierno)
c) Toda la obra está compuesta de versos endecasílabos, distribuidos en un número variable de tercetos encadenados.


El Infierno: en el Canto I Dante se encuentra perdido en una selva salvaje, que representa el pecado y la confusión, y se encamina hacia el camino del bien, no exento de peligros. El poeta Virgilio (personificación de la razón humana) sale a su encuentro, enviado por Beatriz, y le ofrece guiarle a través del Infierno y del Purgatorio hasta el Paraíso, donde será la propia Beatriz quien lo guíe.
El viaje a través del Infierno sirve a Dante para conocer los pecados humano, ordenados gradualmente según su gravedad y según su castigo. Se trata de un inmenso abismo con forma de embudom dividido en diez círculos cada vez más estrechos. En el último, al fondo del abismo, se encuentra Lucifer, figura monstruosa sumergida hasta la mitad del pecho en agua helada.
El Purgatorio aparece representado como una montaña de forma cónica, por lo que resulta la contrafigura del infierno. Se divide en diez círculos ascendentes agrupados en cuatro niveles: la Playa (punto de llegada de las almas); el Antepurgatorio (el tramo más escarpado, para representar las difucultades inciales en el camino de la purificación); y el Paraíso terrenal, ubicado en la cima de la montaña.
El Paraíso se halla en la cima de la montaña y está habitado por las almas de los bienaventurados que pueden gozar de la presencia divina. Dante encuentra allí a Beatriz, quien lo conduce hacia las proximidades de Dios. Dios se halla en el centro del Paraíso rodeado de coros de ángeles: la obra acaba cuando el poeta dirige su mirada hacia Él y la grandiosidad de la luz divina le desborda el pensamiento


Entre los valores formales de la Divina Comedia merecen destacarse los siguientes:
     a) Afianza el uso del endecasílabo, que será para siempre el verso por excelencia de la poesía culta.
     b) Crea la distribución de los versos en tercetos encadenados, los cuales permiten composiciones de largo aliento, solemnes y ágiles a la vez.
   c) Usa una lengua literaria llena de viveza y expresividad, en la que incluye tanto los vocablos más refinados del clasicismo latino como los términos del registro popular de la variante toscana del italiano
d) Se mezclan personajes y motivos de la tradición cristiana con otros de la tradición mitológica. 

 PELÍCULA L´INFERNO (1911): http://www.youtube.com/watch?v=MU4q-ZGo_kw&feature=related 


PETRARCA: EL CANCIONERO

Francesco Petrarca nació en Arezzo en 1304. Contaba con ocho años cuando se instaló con sus padres en Avíñón (Provenza, Francia), donde por entonces residía la corte papal. En esta ciudad y en sus alrededores vivió largas temporadas durante su juventud, interrumpidas por sus estancias en Montpellier y en Bolonia para estudiar Leyes. Fue también en Aviñón donde, en 1327, conoció a Laura, de quien se enamoró instantáneamente y que sería para siempre la inspiradora de toda su poesía amorosa. Al parecer, Laura nunca aceptó de Petrarca más que un trato de cordial espiritualidad. La distancia que siempre mantuvieron no fue suficiente para apagar en el poeta el ardor amoroso; por ello recibirá con gran dolor, en 1348, la noticia de que Laura había muerto como una de las miles de víctimas de la peste que asolaba Europa desde al año anterior. En 1330 recibió órdenes menores para poder vivir del desempeño de cargos eclesiásticos, con los que disponer de cierto ocio para dedicarse a las letras.

Petrarca viajó incansablemente por Italia y por numerosas ciudades europeas. En sus viajes entabló amistad con muchas personalidades de la cultura de la época, entre ellas, la que le unió inquebrantablemente con Giovanni Boccaccio. En 1341 recibió el más alto galardón que podía esperar un poeta: fue coronado por el Senado romano como poeta excelso, distinción de la que siempre se enorgulleció. Tuvo dos hijos naturales, Giovanni y Francesca, tal vez de la misma mujer, de la que no se tienen datos.

Dedicó la mayor parte de su vida a la labor filológica de recuperar y divulgar a los clásicos latinos, así como a su propia creación literaria, la cual sometió a constante revisión. Cultivó tanto la literatura en latín como en italiano: en lengua vulgar escribió dos obras, el Cancionero y los Triunfos, un largo poema alegórico-narrativo en el que Petrarca siguió la estela de la Divina Comedia de Dante. Escrito igualmente en tercetos encadenados, el poema se divide en seis triunfos (el del amor, el pudor, la muerte, la fama, el tiempo y la eternidad). Esta organización muestra claramente el sentido transcendental del poema, planteado como un largo itinerario hacia la divinidad.

Murió en Arquá, a pocos kilómetros de Padua, en 1374.

EL CANCIONERO

Habría de ser la vena lírica de Petrarca empleada en la expresión del amor la que influyera decisivamente en toda la poesía renacentista europea, dando lugar a la corriente denominada, como no podría ser de otro modo, petrarquismo, que influirá enormemente en la poesía amorosa europea posterior. En Francia, el petrarquismo es seguido por poetas como Ronsard; en Inglaterra, por Wyatt, Spencer y Shakespeare; y en España, por Garcilaso de la Vega y su escuela.
Todas sus composiciones líricas en lengua italiana las recogió Petrarca en el Cancionero, que fue ampliando a lo largo de toda su vida desde 1330 y que sometió a constantes revisiones hasta el momento mismo de su muerte, dando muestras de una gran preocupación por el legado de su obra a la posteridad. En su forma definitiva, consta de 366 composiciones, con predominio absoluto de los sonetos (317), aunque figuran también canciones y otros subgéneros líricos.

En el Cancionero influyen tres corrientes:

a) La tradición provenzal del amor cortés.
b) La poesía de la corte siciliana.
c) El dolce stil novo.

Como novedad respecto a los poemarios de los poetas trovadorescos o a los de Dante, en donde las composiciones se agrupan en un libro como poemas sueltos, El Cancionero es un conjunto coherente que dota de una unidad a sus poemas pues en él Petrarca cuenta, desde su presente, su historia amorosa con Laura para rescatarla del olvido y eternizarla.
El tema principal es el amor por Laura y, en relación con él, todo el conjunto se divide en dos partes: En vida de Laura y En muerte de Laura. La obra aborda múltiples sutilezas y matices del sentimiento amoroso: la pasión desasosegante del amor no correspondido, el deseo de liberarse del sufrimiento provocado por la pasión, el juicio de que los años de amor infructuoso debiera haberlos dedicado a Dios, el anhelo de la contemplación divina de Laura en el cielo, etc. Aunque Laura está presente en todos los poemas amorosos, el verdadero centro de interés es el análisis pormenorizado de los sentimientos que ella inspira en el poeta.

En el estilo hay que destacar los siguientes rasgos:

a) El uso de un lenguaje sencillo y a la vez exquisito, con una depurada selección léxica en busca del refinamiento y la elegancia, habría de marcar el devenir de la lengua poética de los siglos posteriores.
b) El empleo de figuras retóricas como el oxímoron, la metáfora, la antítesis o la paradoja que contribuyen a sugerir matices muy variados del sentimiento.
c) Predominio absoluto del verso endecasílabo y del soneto. Aunque Petrarca no resultó innovador desde el punto de vista métrico, pues siguió la tradición de la escuela siciliana, el éxito de su Cancionero contribuyó de forma decisiva a la extensión del soneto por toda Europa.

PETRARCA:
Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra;
temo y espero; ardiendo estoy, estoy helado; 
vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra;
no estrecho nada, al mundo así abrazado.

Quien me aprisiona no me abre ni cierra,
por suyo no me da, ni me ha soltado;
y no me mata Amor ni me deshierra,
ni quiere verme vivo ni acabado.

Sin lengua ni ojos veo y voy gritando;
auxilio pido, y en morir me empeño;
me odio a mí mismo, y alguien me enamora.

Me nutro de dolor, río llorando;
muerte y vida de igual modo desdeño:
en este estado me tenéis, señora.

LOPE DE VEGA:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo, 5
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave, 10
olvidar el provecho, amar el daño,

creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

PETRARCA:

¿Dónde cogió el Amor, o de qué vena,
el oro fino de tu trenza hermosa?
¿En qué espinas halló la tierna rosa
del rostro, o en qué prados la azucena?

¿Dónde las blancas perlas con que enfrena
la voz suave, honesta y amorosa?
¿Dónde la frente bella y espaciosa,
más que el primer albor pura y serena?

¿De cuál esfera en la celeste cumbre
eligió el dulce canto, que destila
al pecho ansioso regalada calma?

Y ¿de qué sol tomó la ardiente lumbre
de aquellos ojos, que la paz tranquila
para siempre arrojaron de mi alma?

GARCILASO DE LA VEGA:

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena 5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
cubra de nieve la hermosa cumbre;

marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.


GÓNGORA:
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello. 5
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada 10
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.


PETRARCA

Apolo, si el deseo ha perdurado
que te inflamaba en la tesalia onda,
y si la amada cabellera blonda,
tras tantos años, no la has olvidado,

del perezoso hielo y tiempo airado,
que durará mientras tu faz se esconda,
defiende a la honorable y sacra fronda
en que, después de tú, yo me he enredado;

y por virtud de la esperanza amante
que te hizo soportar la vida acerba,
bórrale al aire los nubosos trazos;

y admirados veremos al instante
a nuestra dama estar sobre la hierba
y hacerse sombra con sus propios brazos.




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